Cumple, hoy y aquí, camarada Tovarich, redoble por bucólicas…Que un epigrama amargo sobre cualesquiera infamias nos coja a todos confesados… Me acuso, para el caso, padrecito, de pertinaz gallina ponedora. Reconstruiré un difuso recuerdo de mi primera infancia: veraneo en Villarmayor, Nr. Miño; tardes interminables, abrasadas, con olor a hierba recién cortada y manzana reineta. Soy capaz, todavía hoy, de visualizar la escena, cual si de una peli gore se tratase: Exterior día.- La solana y, allá al fondo, el corral, avispero de plumas llameantes, moscardones zumbando y el estridente cacareo de las gallinas. Por la derecha, aparece un hombre con un hacha. De certero manotazo, se apodera, zas, de una huevona. Sus hermanas- y el gallo de la cresta colorada y dorados espolones -, tras segundo y medio de revuelo, continúan su picoteo en busca de gusanos deslucidos. La cámara, en lento travelling, sigue al hombre del hacha, que, con su Mª ...
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