A menudo me pregunto cómo es posible que, en una misma cadena, la 6ª, convivan programas tan antagónicos en letra y en espíritu como “Al Rojo Vivo” o “Salvados” y “¿Quién Vive Aquí?”, viaje al país de las maravillas con el que se nos obsequia los fines de semana en horario mañanero. Su fórmula es sencilla: la cámara va de acá para allá en nuestra geografía, pidiéndole a ciertos propietarios le muestren a la audiencia su vivienda. Al cruzar el umbral, comienzan los problemas. En una sociedad atravesando tan graves problemas económicos (y sociales, y políticos…) semejante exaltación de la riqueza – el programa no frecuenta ni pisos desahuciados ni chabolas- puede llegar a interpretarse como provocación para la mayor parte de la ciudadanía, cuando escuchan de los labios de sus anfitriones virtuales que el suelo del salón está fabricado con polvo de mármol, traído- un suponer- desde Birmania o que el primitivo solar del edificio lo ocupaba una capilla góti...
BLOG DE OPINIÓN DA ASOCIACIÓN CULTURAL FUCO BUXÁN