Esta frase revela una mentalidad autoritaria que ha perdurado en el tiempo y que se materializa en la popularmente conocida como Ley Mordaza, que el PP pretende aprobar para reducir la contestación social que provoca su política de recortes, tal y como ha denunciado la ONG Amnistía Internacional.
El orden público debe protegerse sin restringir los derechos democráticos y no cabe duda de que dar validez por sistema a la interpretación subjetiva de un policía en determinados contextos de tensión social es una herramienta para intimidar a la población con la amenaza de cuantiosas multas imposibles de recurrir supone un retroceso democrático.
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