Ir al contenido principal

Marcos Ana: a modo de epitafio - XESÚS ALONSO MONTERO

XESÚS ALONSO MONTERO 
26/11/2016 05:00


Tamén nos epitafios, ás veces, figuran uns cantos trazos biográficos. Lembro, neste momento, tan triste para min, o epitafio, no cemiterio de Mondoñedo, de Manuel Leiras Pulpeiro. Na súa campa, estes indispensables datos: «Médico e poeta (1854-1912)». E a continuación, o diamante destas palabras: «Amou a verdade e practicou o ben». Son as palabras que me gustaría pronunciar hoxe, ás cinco da tarde, en Madrid, ante o féretro de Marcos Ana: de Marcos Ana o amigo, o camarada, o compañeiro seguro, o humanista, o poeta.

Chamábase Fernando Macarro Castillo, pero na cadea adoptou o nome de Marcos Ana (homenaxe ao pai e á nai) para asinar os versos que saían, clandestinos, da prisión e facer saber ao mundo que alí, nas mazmorras franquistas, durante vinte e tres anos (1939-1962) penou un cidadán comprometido radicalmente co ben común, coa xente do común, que iso -e non outra cousa- é o comunismo.

Os poemas naceron das duras experiencias carcerarias en tempos tan sórdidos e duros, pero eses versos son poesía porque o autor -que non fixera o bacharelato- tiña o don da palabra poética. Sábeno ben os críticos, comunistas ou non, que recitan versos tan prodixiosos como o final de Mi corazón es patio:

«Un patio donde gira / un corazón clavado; / mi corazón, desnudo, / mi corazón, que tiene / la forma gris de un patio, / un patio donde giran / los hombres sin descanso».

Naceu Marcos Ana en 1920, en Alconada, unha pequena aldea da provincia de Salamanca, e pasou os anos da infancia e da adolescencia en Alcalá de Henares, patria do Arcipreste de Hita, de Cervantes e de Manuel Azaña, tres escritores, tres espíritos grandes que hoxe chorarán a morte do noso poeta.

Coñecín a Marcos Ana en Moscova, no verán de 1962, nun Congreso da Paz. Levaba fóra dos muros da prisión sete meses e lembro que miraba case sen ver: aínda non se afixera aos espazos abertos, ás prazas redondas, ás rúas longas. Aínda vivía, case cos ollos pechados, nun patio estreito, no patio dunha prisión.

Marcos Ana, xa fóra, foi un exemplo de solidariedade cunha voz limpa que anunciaba alboradas sen lóstregos nin sequera nubes. Este home, este poeta, escribía, desde a prisión de Burgos, en 1961: «Decidme cómo es un árbol». E continuaba: «Hablo, por hablar, de asuntos / que los años me borraron… / No puedo seguir, escucho / los pasos del funcionario».

Que a terra che sexa leve, Marcos, na compaña dos xustos e dos desherdados, os teus verdadeiros compañeiros.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Aumentan las renuncias de miembros del Gobierno de EE.UU. en protesta por la política de Biden respecto a Gaza | Democracy Now!

Aumentan las renuncias de miembros del Gobierno de EE.UU. en protesta por la política de Biden respecto a Gaza | Democracy Now! Amy Goodman y Denis Moynihan El ataque de Israel contra Gaza ha provocado protestas en todo el mundo, incluido Estados Unidos. Aunque últimamente la atención se ha centrado en las manifestaciones estudiantiles en los campus universitarios, también ha emergido otro movimiento de protesta: el de funcionarios del gobierno de Estados Unidos que se oponen a las políticas estadounidenses que están devastando Gaza y que ofrecen una crítica desde adentro del accionar de su gobierno. A pesar de esta ola de disenso interno, y aunque al mismo tiempo esté pidiendo un alto el fuego en Gaza, el presidente Joe Biden sigue proporcionando armas y cobertura diplomática a Israel. Lily Greenberg Call fue designada por Biden, a principios de 2023, como asistente especial de la jefa de gabinete del Departamento del Interior, pero renunció a su cargo el 15 de mayo de este año. En un...

Elegia rota a Rafael Pillado, amigo, mestre, compañeiro e camarada

Elegia rota a Rafael Pillado, amigo, mestre, compañeiro e camarada Yo no me río de la muerte.  Sin embargo conozco su  blanca casa, conozco su  blanca vestimenta, conozco  su humedad y su silencio.  Claro está, la muerte no  me ha visitado todavía,  y uds. preguntarán: ¿qué  conoces? No conozco nada.  JAVIER HERAUD  “Jamás os dire ADIOS, a vuestra cita no faltare”  Es impagable este día eterno sin cielos troquelados  de una “fe adorable que el destino blasfema”  sin un solo dios verdadero  y sin las jaculatorias del miedo y la amargura  Una bandada roja de manos clandestinas  acompaña esta firme tristeza  sin embargo también ondean manteles blancos  de abrazos comestible  Hoy  un sueño que no duerme  se posa con toda la fatiga del mundo  en los ojos desorbitados de escuchar  como cedes la vida  su sonido de semilla  con el peso justo  la indomable sabiduría...

La impunidad a los 43 años del Golpe de Estado de Uruguay

El Estado uruguayo comenzó a actuar en forma ilegítima desde la década del 60, cuando obreros y estudiantes enfrentaban una brutal represión. A partir del 27 de junio de 1973 el golpe institucional se consagra con la disolución del Parlamento, llevada a cabo por Juan María Bordaberry, que pasaría de Presidente de la República a dictador. A partir de ahí se ejerció ferozmente la violencia sistemática y generalizada donde se utilizó la fuerza de las armas y la anulación de los derechos de los ciudadanos, incluso el más básico: el derecho a la vida. Toda la sociedad, de una manera u otra, fue atrapada por las garras de la dictadura, salvo, aquellos que fueron cómplices o se beneficiaron con ella. La disolución de las Cámaras fue enfrentada por los trabajadores, los estudiantes universitarios y los sectores populares de todo el país. La misma madrugada que se gesta el golpe, la respuesta de la CNT no se hizo esperar, lanzó un manifiesto llamando a la ocupación de los lugares de trabajo...